El escribano del agua
(Gyrinus Natator) es un escarabajo acuático que podemos encontrar
sobretodo a finales de verano en lagos o riachuelos de Europa, Asia
occidental y el norte de África. Este insecto es capaz de volar y
es muy buen nadador, sin embargo, por el suelo es bastante torpe.
Pueden llegar a medir hasta 1 cm y se alimentan de los insectos,
vivos o muertos que encuentran en el agua.
A pesar de que son capaces
de volar muy bien, estos bichos no pueden salir volando directamente
desde el agua, necesitan salir a la superficie, trepar a una piedra o
la rama de alguna planta, y una vez allí abren sus alas y empiezan a
volar. Durante el vuelo emiten un sonido similar al de las abejas, ya
que sus élitros (alas anteriores) son huecos y el aire silba al
pasar entre ellos.
Las larvas de este insecto
viven bajo el agua. La hembra pone los huevos sobre hojas de las
plantas acuáticas, y cuando nacen son capaces de respirar bajo el
agua ya que poseen branquias plumosas. Las larvas cazan pequeños
bichos, y cuando están a punto de convertirse en adultos, fabrican
un capullo de seda que permanece oculto entre las piedras y plantas
acuáticas.
Los escribanos adultos no
tienen branquias, por lo que pasan la maor parte del tiempo en la
superficie del estanque, así pueden respirar a través de sus
espiráculos (orifícios externos utilizados por algunos animales
para respirar), al igual que los insectos terrestres. Si estos bichos
detectan un peligro, se sumergen hasta que se sienten seguros, y son
capaces de ver con la misma nitidez bajo el agua y en la superficie,
ya que sus ojos están divididos en dos partes, la mitad superior les
sirve para ver fuera del agua y la mitad inferior dentro del agua.
Estos insectos tantean
continuamente el agua con sus antenas, lo que les hace poder detectar
enseguida cuando cae un bicho al agua. Cuando sienten que algún
insecto ha caído dentro del agua se abalanzan sobre él y lo agarran
con sus patas delanteras, que poseen púas para que puedan despedazar
a su víctima ayudándose de su boca. Como los escribanos siempre
suelen ir en grupo, una vez han cazado un insecto se lleva cada uno
un trozo del botín.
Las patas traseras y
centrales de este insecto funcionan como remos, ya que son planas y
peludas, permitiéndole nadar a una velocidad de un metro por
segundo, lo que les permite escapar de los depredadores, además, si
no son capaces de escapar, expulsan un líquido de horrible olor y
sabor.
¡CURIOSIDAD!
Los escribanos adultos son como submarinistas, llevan una burbuja de
aire capturada en su abdomen cuando se sumergen para poder respirar
bajo el agua, además, estos insectos nadan en grupos de 100 o más,
y nunca se tropiezan entre sí, ya que captan las vibraciones del
agua con sus antenas, y así saben donde se encuentran sus compañeros
y pueden moverse sin tropezar.
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