Los opiliones son arácnidos
conocidos por varios nombres como patonas, patilargos, y más nombres
dependiendo del lugar en el que te encuentres, por ejemplo yo,
siempre los he conocido como arañas patilargas, y aunque sean
parecidos a las arañas, se diferencian en varios aspectos. La manera
más sencilla de saber si se trata de una araña o de un opilión es
averiguar si existe un estrechamiento, es decir, si existe o no
"cintura" en caso de que este ausente de dicho
estrechamiento, estaremos ante un opilión. Además los quelíceros,
en el caso de las arañas acaban en una uña, y en caso de los
opiliones acaban en pinza. Estos carecen de glándula de veneno.
Existen aproximadamente unas 6.500 especies conocidas de opiliones.
Los opiliones son sordos, casi ciegos y no tienen bien desarrollado el sentido del olfato, por lo que utilizan el tacto, y muchas especies usan su segundo par de patas a modo de antenas, que, además, en caso de peligro pueden amputárselas para distraer a su enemigo y poder huir. Esto hace que la mayoria de opiliones adultos no posean las 8 patas, ya que no se regeneran.
Como ya he dicho antes los opiliones no son venenosos, sin embargo poseen unas glándulas que desprenden mal olor y un sabor repugnante que ahuyenta a sus enemigos. Cuando está en peligro expulsan un chorro hacia el atacante o se "bañan" en su propio líquido para espantar a los depredadores. También hay algunos opiliones que se hacen los muertos para evitar a los enemigos, al igual que las zarigüeyas.
Otro dato interesante sobre estos arácnidos es el tamaño, que es muy diverso, ya que mientras que unas especies miden tan sólo un milímetro, existen otras, que con las patas extendidas pueden llegar a medir hasta 20 centímetros. Los machos tienden a tener el cuerpo más pequeño y las patas más largas, y las hembras el cuerpo más grande y unas patas, más cortas.
Los machos de estos arácnidos tienen un pene, que además puede llegar a ser más grande que su propio cuerpo, y esto les permite la copulación directa, a diferencia de todos los demás arácnidos. Cuando llega la hora del apareamiento, los machos pelean por las hembras, y el que gana se acerca de frente a la hembra e introduce su pene en la abertura genital de la hembra. Los órganos genitales se encuentran debajo de la boca en ambos sexos. Una vez la hembra está fecundada pone entre diez y cien huevos que tardan entre 20 días y 5 meses en eclosionar.
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